La conductividad es un parámetro clave para las inspecciones EMAT y de corrientes parásitas, ya que ambas requieren inducción electromagnética para funcionar. En el caso de la EMAT, una conductividad más alta genera corrientes parásitas más fuertes, lo que normalmente se traduce en una generación de ultrasonidos más intensa. En el caso de la electroconductividad, los valores de conductividad más altos generalmente se traducen en una mayor sensibilidad a los defectos de la superficie y en una menor penetración en el material.
Tanto la EMAT como la EC también se verán afectadas por la permeabilidad magnética y la frecuencia de excitación. Póngase en contacto con nosotros para obtener información adicional.
La permeabilidad magnética determina el grado de magnetización que un material puede alcanzar en respuesta a un campo magnético aplicado. Para la generación de sonido con EMAT, la permeabilidad magnética puede mejorar la señal mediante el efecto magnetostrictivo. En el caso de la electromagnetización, una mayor permeabilidad magnética reducirá la profundidad de penetración de las corrientes parásitas en el material.
La velocidad del ultrasonido, la densidad del material y la impedancia (resistencia al flujo acústico) son propiedades relevantes para cualquier técnica de UT, incluidas la EMAT y la UT de acoplamiento seco (DCUT).